El inicio de la senda del Nansa, en Muñorrodero, es una zona que combina el uso recreativo y deportivo, con las actividades agropecuarias tradicionales. Como consecuencia de la presión a la que está sometido el bosque de ribera en este punto, en los últimos años se ha visto cómo ha ido sufrido cierta degradación, teniendo que afrontar amenazas como la aparición de especies exóticas invasoras que están comprometiendo la biodiversidad local.
Tras varias actuaciones de retirada de planta invasora en la zona, ahora se busca reforestar esta área cercana al río con especies riparias como sauces, alisos, fresnos, avellanos, etc., especies forestales autóctonas que buscan aumentar la biodiversidad de la zona, ampliar la anchura de ribera, prevenir las inundaciones, combatir la presencia de EEI y servir de refugio para la numerosa fauna aquí presente. Además se complementará la actividad de plantación por un pequeño recorrido en el que se pondrán en valor los diferentes hábitats por los que discurre el Camino Lebaniego, ya que la Senda del Nansa es una de las etapas más populares de esta ruta de peregrinación.